La relación que los ciudadanos tenemos con la Administración comienza desde que nacemos, con la inscripción del nacimiento, y va progresando a lo largo de la vida. Sin embargo, en muchos momentos esa relación no resulta ágil ni sencilla porque la Administración no se comunica con claridad.
Un equipo de especialistas en Comunicación Clara hemos analizado los puntos débiles del lenguaje administrativo actual, con especial foco en las páginas web.
Hemos resumido el resultado de este análisis en un estudio que señala los principales puntos de mejora y las futuras líneas de trabajo que proponemos en materia de claridad para las administraciones.
Leer el estudioQueríamos saber hasta qué punto la Administración facilita el derecho a entender de las personas.
El lenguaje administrativo siempre se ha caracterizado por ser complejo, formal y técnico. Esto genera un problema: la ciudadanía no lo entiende.
Con el objetivo de ofrecer soluciones desde una perspectiva de Comunicación Clara, hemos analizado el grado de claridad del lenguaje administrativo a partir de una muestra de más de 700 textos de instituciones públicas españolas.
Estos textos corresponden a un centenar de temáticas diferentes relacionadas con trámites, gestiones e información que los ciudadanos necesitamos consultar en nuestro día a día.
Tenemos una reconversión pendiente: transformar la actual administración electrónica en servicios digitales orientados a la ciudadanía
Las consecuencias inmediatas de la falta de claridad en la comunicación son la pérdida de confianza en las instituciones y la vulneración del derecho a entender de las personas. Todo ello afecta directamente a la calidad democrática de una sociedad.
La claridad es un derecho asociado a la eficacia administrativa, es consustancial a la transparencia pública y un indicador irrenunciable para medir la calidad democrática de nuestra sociedad.