En tiempos de confusión e infoxicación, la claridad es poder. Este libro traza el camino que iniciaron los activistas pioneros en lenguaje claro hasta los actuales sistemas de diseño que ya aplican varios países en sus servicios públicos.
Solicitar una beca, firmar un contrato de alquiler, formalizar un préstamo hipotecario, contratar un seguro, poner en marcha un nuevo electrodoméstico… incluso comprar un billete de metro pueden resultar exasperantes porque hay pasos del proceso que no entendemos. Asegurar una óptima experiencia de usuario requiere poner las necesidades de las personas en el foco de la comunicación.
Este libro quiere ser un alegato a favor de la claridad en la comunicación. Porque para ser ciudadanos con plenos derechos y participar en la construcción del espacio público, el primer paso es entender lo que las instituciones y las empresas nos transmiten, nos proponen, nos piden cumplir... o nos ocultan.